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por Alfredo Michelena
El sur venezolano siempre ha sido una zona que ha escapado al control del estado. Desde la semiindependencia de un gobierno de Tomás Funes ( 1913-1921) en el actual Estado Amazonas, hasta el actual control guerrillero de la frontera sur. Sin embargo, ha habido intentos de controlar la frontera desde la famosa “conquista del sur”, en el primer gobierno de Rafael Caldera hasta la creación de la Comisión presidencial para asuntos fronterizos con Colombia(COPAF), en segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, entre otras cosas,
La guerra fronteriza.
Es público y notorio que, en lo que va del siglo, esa “tierra de nadie”, olvidada por el Estado venezolano, y dominada por la guerrilla colombiana, ahora es un área de conflicto entre diferentes grupos guerrilleros, narcotraficantes, bandas criminales, y los ejércitos de Venezuela y Colombia.
Sin embargo, es de notar que por primera vez el gobernador chavista del Táchira, Freddy Bernal, reconoce e informa con detalle la situación caótica de la frontera colombo-venezolana. Según él, operan estructuras del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de la FARC, del Ejército Popular de Liberación (EPL) y del Clan del Golfo, además hay presencia de bandas criminales, como serían los “26 grupos delictivos del Tren de Aragua” y otros “45 grupos paramilitares instalados en el Norte de Santander (fronterizo con Táchira) que intentan tomar la frontera”.
El descontrol ha sido tan grande que Bernal, los acuso de haber “… intentado dañar la paz y la tranquilidad que con mucho esfuerzo tenemos aquí en la frontera”. E informó sobre una operación de 1.300 efectivos, entre militares y policías, que fueron desplegados en el pueblo de Ureña, a fin de saldar una “disputa por el control de territorio” entre estos grupos. Y vinculó esta movilización con una reunión entre los ministros de Defensa de ambos países, en la que reafirmaron su compromiso de combatir grupos irregulares en la frontera común.
Soberanía compartida
Más de una vez hemos observado este panorama de caos fronterizo, de tierra de nadie, donde la ley del más fuerte decide la pequeña historia de esta región. Y más de una vez han anunciado que intervendrá el ejército para “retomar”el control de la misma. El régimen toma partido Sin embargo, a juzgar por situaciones anteriores, el objetivo no sería que el Estado venezolano recupere el control sobre nuestro territorio, sino aliarse y apoyar a uno de esos grupos involucrados en esta semipermanente disputa.
En el pasado el régimen apoyaba a la Guerrilla de las FARC. Pero con la pacificación parcial de ella esto cambió. Y el ELN entro a controlar esos espacios cedidos originalmente a las FARC. Hubo importantes enfrentamientos entre los “Elenos” y los “Faracos” disidentes. Al final el control lo logra el ELN. E incluso la disidencia organizada de las FARC, la “segunda Marquetalia”, es dada de baja en Venezuela.
Hoy por hoy, el régimen apoya al ELN, en el enfrentamiento entre este grupo guerrillero y la disidencia de las FARC. Según el Think Thank InSight Crime, el régimen de Nicolás Maduro juega el papel de “creador de reyes criminales”, y el ELN parece ser el principal beneficiario de la colusión con el régimen de Maduro. En este sentido, Human Rights Watch (HRW) informó en abril de 2022 que las fuerzas del régimen habían participado en operaciones conjuntas con combatientes del ELN contra el frente 10 de la FARC. Así, el ELN llega a tomar control de grandes territorios en la frontera, no solo con Colombia, sino hacia el este con Brasil y Guyana.
Es por esto que, habría que esperar que eso de que Bernal estaría luchando por recobrar ”… la paz y la tranquilidad”de la frontera, no sería más que una manera de decir que actuarán apoyando a la guerrilla del ELN para que salga victoriosa en estos nuevos enfrentamientos contra esa pléyade de grupos armados que se enfrentan por el control de la frontera.
No solo es que el ELN es un aliado clave del régimen, sino porque el ejército venezolano no es capaz de enfrentar al ELN y menos al conjunto de grupos armados que pululan en la frontera
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