Antes de su secuestro, el exmilitar venezolano Ronald Ojeda salió de Chile por un paso fronterizo no autorizado debido a su condición de refugiado, para reunirse con el capitán Angello Heredia, quien planeaba un levantamiento contra Nicolás Maduro. A pesar de sus intentos, sus planes fracasaron y, tras regresar, Ojeda se convirtió en víctima de un presunto delito transnacional por motivos políticos. Ojeda y su familia llegaron a Chile en noviembre de 2018, buscando asilo político luego de su fuga de una prisión venezolana donde enfrentaba acusaciones de traición. Aunque obtuvo asilo en noviembre de 2023, Ojeda permaneció activo contra el régimen de Maduro. La vida familiar de Ronald fue problemática, ya que la mayoría de los miembros huyeron de Venezuela, excepto un hermano que es un general activo allí, lo que culminó en desacuerdos sobre ideologías políticas. Días antes de su desaparición, Ojeda discutió planes con Heredia para regresar a Venezuela y liderar un golpe de estado. A pesar de las restricciones como refugiado, Ojeda salió de Chile el 14 de diciembre de 2023, por una ruta no autorizada para ayudar en estos planes, lo que llevó a su posterior secuestro y a una investigación criminal en curso. La investigación revela que el exmilitar Ojeda recibió importantes pagos periódicos de Heredia, quien vivía en Miami, incluida una notable transferencia de $1 millón. Los fondos supuestamente eran para el sustento de Ojeda en Chile. Con el tiempo se unió a la firma de seguridad Atalaya Soluciones y Protección, mientras también realizaba transacciones financieras, incluidas remesas a su país a través de monedas criptográficas, lo que inicialmente lo vinculó con el crimen organizado. Esta teoría fue luego descartada en favor de un crimen transnacional con motivaciones políticas, como sugirió el fiscal regional Héctor Barros. A Ojeda le preocupaba una operación mal planificada para derrocar a Maduro en Venezuela. Su socio Heredia fue arrestado en Colombia durante un operativo y deportado a Caracas. Ojeda logró escapar de regreso a Chile, pero buscó residencia en España después del fallido golpe, temiendo por su seguridad. Posteriormente, Heredia reveló información sobre todos los participantes, implicando a Ojeda, quien luego supo que otros habían sido capturados y detenidos. El 21 de febrero, Ojeda fue secuestrado en su casa por hombres que se hicieron pasar por policías. No resistió y se lo llevaron. Su cuerpo fue descubierto enterrado el 1 de marzo. Cuatro meses después, sólo un adolescente venezolano está detenido por su participación, mientras que los principales sospechosos siguen prófugos. El crimen sigue sin resolverse. Texto Original por Leslie Ayala y José Carvajal Vega, publicado en ->LaTercera
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