María Corina Machado, a pesar de haber sido excluida de las elecciones presidenciales en Venezuela, continúa sus esfuerzos de campaña en todo el país, intentando revivir las esperanzas de los partidarios de la oposición. Aunque enfrenta condiciones difíciles y recursos limitados, realiza manifestaciones en pueblos pequeños, atrayendo multitudes a pesar de su descalificación. Su papel lo ocupa Edmundo González, un ex diplomático relativamente desconocido, tras un acuerdo político entre facciones de la oposición, que pretenden derrotar al chavismo de larga data. Anteriormente, la oposición luchó con numerosos obstáculos, incluida la inelegibilidad de los candidatos y las crisis económicas agravadas por las sanciones internacionales, lo que provocó una importante falta de participación de los votantes en elecciones pasadas. A pesar de estos desafíos, la oposición, ahora representada por González, mantiene sus aspiraciones mientras Machado aboga por su causa, enfatizando el potencial de cambio político y alentando votos contra Nicolás Maduro. La campaña ha provocado una renovada sensación de optimismo entre los partidarios de la oposición, como lo señalaron tanto los consultores políticos como los observadores. El gobierno liderado por Maduro, en el poder desde 2013, contrarresta este esfuerzo con sus propias estrategias de campaña. Los emotivos llamamientos de Machado enfatizan la reunión de las familias y la esperanza de un futuro mejor, esforzándose por volver a involucrar a un electorado desilusionado. Diosdado Cabello, una figura destacada del chavismo, ha estado atacando tanto a María Corina Machado como a Edmundo González, figuras centrales de la oposición. Cabello calificó a González como parte de un complot dañino contra el pueblo venezolano. Pese a ello, las encuestas de ORC Consultores muestran que González obtiene un importante apoyo de los votantes, con un 50,74% a favor del actual presidente, Nicolás Maduro, que tiene un 13,70% de intención de voto. Maduro, sin embargo, hace referencia a otras encuestas que indican una posible victoria para él, presionando por un mayor apoyo entre su base. El clima político para la oposición es tenso, con varios de los colaboradores cercanos de Machado detenidos o solicitando asilo. El analista Quintero advierte que mantener cifras sólidas en las encuestas no garantizará la victoria sin una maquinaria y una estrategia electoral sólidas el día de las elecciones. En Aragua, acciones de oposición como el acto masivo de González y Machado enfrentaron desafíos logísticos debido a las presiones estatales. Andreina Febres, quien apoyó el evento opositor a pesar de los riesgos personales, expresa desesperación por la crisis económica y social en Venezuela. Los residentes locales sufren fallas recurrentes en los servicios públicos, lo que refleja un profundo descontento con la administración actual. A pesar de las dificultades compartidas, Febres y muchos otros se aferran a la esperanza de un cambio, aunque algunos consideran la emigración como último recurso. Texto original de Nicole Kolster, publicado en-> BBC
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