But this lawless corner of the Andes may see significant changes if Colombia’s new president, Gustavo Petro, makes good on his promise to normalise relations with Venezuela, reduce poverty and achieve “total peace” in a country torn by more than 60 years of armed conflict.For many border dwellers like Prado, the bold agenda pushed by Colombia’s first ever leftwing president has prompted an unusual measure of hope.“Families can’t eat, can’t work because the violence has gotten so bad with the border closures,” said Ana Teresa Castillo, a local leader living blocks away from the smuggling routes. “Petro is controversial, many here are scared of him … but this could create jobs, change things.” By Megan Janetsky. Full Text -> TheGuardian
Traducción de cortesía ->Pero este rincón sin ley de los Andes puede experimentar cambios significativos si el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, cumple su promesa de normalizar las relaciones con Venezuela, reducir la pobreza y lograr la “paz total” en un país desgarrado por más de 60 años de conflicto armado. Para muchos habitantes de la frontera como Prado, la audaz agenda impulsada por el primer presidente de izquierda de Colombia ha generado una inusual medida de esperanza. “Las familias no pueden comer, no pueden trabajar porque la violencia ha empeorado con los cierres fronterizos”. dijo Ana Teresa Castillo, una líder local que vive a cuadras de las rutas de contrabando. “Petro es polémico, muchos aquí le tienen miedo… pero esto podría crear empleos, cambiar las cosas”.
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