President Biden is scrambling to contain soaring oil prices, which closed at more than $123 a barrel on Monday. It speaks volumes about this Administration that it’s seeking help from Vladimir Putin’s client in Venezuela and our estranged Saudi allies rather than U.S. shale producers or our Canadian friends. Press Secretary Jen Psaki on Monday acknowledged reports that the Administration had sent emissaries to Caracas to discuss “energy security.” The Administration may ease sanctions on Venezuelan oil to replace lost Russian supply, which buyers are shunning due to sanctions risk. By The Editorial Board. Full Text -> WSJ
Traducción de cortesía ->
El presidente Biden se esfuerza por contener el alza de los precios del petróleo, que cerraron a más de 123 dólares el barril el lunes. Dice mucho sobre esta Administración que está buscando ayuda del cliente de Vladimir Putin en Venezuela y nuestros aliados saudíes distanciados en lugar de los productores de esquisto de EE. UU. o nuestros amigos canadienses. La secretaria de prensa, Jen Psaki, reconoció el lunes los informes de que la Administración había enviado emisarios a Caracas para discutir la “seguridad energética”. La Administración puede aliviar las sanciones sobre el petróleo venezolano para reemplazar el suministro perdido de Rusia, que los compradores están evitando debido al riesgo de sanciones. Traducción al español -> Google Translación
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