It’s one of the United States’ few enduring alliances in an often-turbulent Latin America, one built around a decades-long partnership combating the nation’s drug cartels.But Gustavo Petro’s election as Colombia’s first leftist president is likely to test the U.S.’ special relationship with a major non-NATO ally like never before.During the hard fought contest, Petro, a former guerrilla, took aim at forced coca eradication and extradition — centerpieces of the U.S.-backed drug war — as well as a free trade agreement with the U.S. he blames for impoverishing Colombian farmers. ByJoshua Goodman and Astrid Suarez. Full Text -> abcNews
Traducción de cortesía ->
Es una de las pocas alianzas duraderas de Estados Unidos en una América Latina a menudo turbulenta, construida en torno a una asociación de décadas para combatir los cárteles de la droga de la nación. Pero es probable que la elección de Gustavo Petro como el primer presidente izquierdista de Colombia ponga a prueba la relación especial de Estados Unidos con un importante aliado fuera de la OTAN como nunca antes. Durante la reñida contienda, Petro, un exguerrillero, apuntó a la erradicación forzada de la coca y la extradición, piezas centrales de la guerra contra las drogas respaldada por Estados Unidos, así como a un tratado de libre comercio con Estados Unidos, al que culpa de empobrecer a los agricultores colombianos.
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